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La Feria de Julio del 74: el debut de Paula y la rebelión de Santiago López

Vicente Sobrino
miércoles 17 de julio de 2024
La ausencia del granadino levantó muchas críticas y al final, como consecuencia de la baja de Palomo, la empresa no tuvo más remedio que ceder a las presiones y anunciarlo las dos tardes del de Linares

Nada menos que diez corridas de toros se anunciaron para la Feria de Julio de 1974, del 19 al 28, ambos inclusive. Un abono que, como suele suceder en ocasiones, tuvo su intrahistoria a la hora de confeccionarlo. Lo más relevante y polémico surgió por la ausencia de Santiago López en las combinaciones originales, pues levantó muchas críticas entre los aficionados y la prensa local. Al parecer, el motivo nació por la negativa del propio torero de aceptar las condiciones de la empresa para torear en la Feria de San Isidro de ese mismo año. Hay que recordar que los empresarios de Valencia, Nueva Plaza de Toros de Madrid, cuya cabeza era Fernando Jardón, lo eran también de Las Ventas. No era la primera vez que un torero no llegaba a un acuerdo para actuar en Madrid y la consecuencia inmediata era quedar descartado para Valencia.

Santiago López a portagayola, una muestra de sus intenciones.

Santiago López a portagayola, una muestra de sus intenciones.

Con la ausencia oficial de Santiago López, la gran noticia del ciclo era la presencia de Rafael de Paula. El torero jerezano nunca había actuado en Valencia, ni siquiera como novillero, y al cabo de catorce años de alternativa se anunciaba para hacer su primer paseíllo en Valencia. La “sorpresa” se coronó con el nombre de sus dos compañeros de terna: Curro Romero y Julián García. Un “extraño” cartel que juntaba a los dos toreros de arte más representativos del momento con uno de los más heterodoxos de entonces. El festejo, celebrado el 21 de julio, como tercera corrida de Feria y con toros de Benítez Cubero, transcurrió en medio de sonoras broncas durante la lidia de los cuatro toros de los “artistas”. El contraste lo puso Julián García, que, animoso y al calor de un público volcado con él, logró la única oreja de la tarde. Para mayor anecdotario del festejo, hasta se produjo el salto de un espontáneo durante la lidia del quinto, segundo de Paula. La duración del festejo fue de récord, pues en algo más de hora y media se despacharon los seis toros.

Estatuario de Santiago López.

Estatuario de Santiago López.

Como se ha dicho, la ausencia de Santiago López levantó muchas críticas y al final, como consecuencia de la baja de Palomo Linares, la empresa no tuvo más remedio que ceder a las presiones y anunciar a Santiago las dos tardes que en principio eran para Palomo. Y vaya si lo aprovechó el granadino hecho torero en Valencia, pues cortó un total de cinco orejas y se alzó como triunfador del ciclo junto a un intratable Dámaso González, que obtuvo siete trofeos en otras dos tardes. La primera actuación de Santiago López fue el 20 de julio, junto a Manzanares y Capea, en la lidia de reses de Atanasio Fernández y un remiendo de Martínez Benavides. La segunda tarde, dos días después, compartió cartel con El Viti y Ruiz Miguel, ante toros de Fermín Bohórquez. En ambas actuaciones Santiago López, que fue recibido con mucho calor por el público y que lo arropó en todo momento, justificó con creces su puesta en escena y mostró su amor propio para poner de manifiesto que su entrada en la Feria, aunque de rebote, estaba plenamente justificada.

Además de los dos grandes triunfadores de la Feria, también destacaron espadas como Paquirri, y Paco Camino, y el local Ricardo de Fabra y el azteca Mariano Ramos, en tono menor. Otros matadores que actuaron, además de todos los citados, fueron José Luis Galloso, Julio Robles, Paco Bautista, Antonio José Galán y Dámaso Gómez. También lo hicieron los rejoneadores  Fermín Bohórquez y Álvaro Domecq.

Un espontáneo.

Un espontáneo.

El elenco ganadero fue de primer orden de acuerdo con los hierros más prestigiosos del momento en el campo bravo: Carlos Urquijo, Atanasio Fernández, Benítez Cubero, Fermín Bohórquez, Salvador Domecq, Manuel Arranz, Los Guateles, Pablo Romero, Alonso Moreno y Miura. Completándose con parches de Martínez Benavides, Albaserrada y Ramón Sánchez. Para que luego digan del torerismo peyorativo de esta plaza, la mejor entrada de la feria se registró el domingo 28 de julio, en el cierre del ciclo, con el anuncio de la corrida de Miura. El legendario hierro de Zahariche tuvo (y tiene) siempre un cartel excepcional en Valencia, cuya consecuencia inmediata era que el coso se llenaba al reclamo de su nombre, sin importar como primera condición la terna de espadas.

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