La Fuente de San Esteban es uno de los pueblos con mayor esplendor taurino. Más allá de su privilegiada situación geográfica, que lo convierte en la capital ganadera del Campo Charro al estar rodeado su término de numerosas fincas de bravo, pese a censar únicamente los mil habitantes goza de un importante censo taurino. Allí nació el exquisito Paco Pallarés, nombre recordado con añoranza tras su asombroso impacto novilleril; también Juan José, malogrado ejemplo del más puro clasicismo de la escuela castellana en meteórica carrera dirigida por el gran Manolo Lozano y fue la residencia de Julio Robles, donde vivió su infancia desde los cuatro años, que llegó de Fontiveros para abrir su corazón al toreo -con la fiel ayuda de su maestro Paco Pallarés- hasta alcanzar los honores de ser figura gracias a su toreo elegante, vistoso y a la vez clásico. Ellos son el pilar fundamental del prestigio que sustenta a esa localidad para alcanzar un nombre de postín en la Fiesta y que al principio de la pasada década de los noventa vio incrementar su censo al tomar la alternativa Emilio Charro, también de la localidad.
- Ambos novilleros despuntan en la cuna de toreros como Paco Pallarés, Juan José o Julio Robles, que se trasladó allí desde su Fontiveros natal
- Alejandro Marcos: “Sales a la calle y encuentras a aficionados, a profesionales, a gente hablando de toros por los bares y eso te marca para empujarte a tomar este camino”
- David Salvador: “Mi abuelo fue mayoral de Antonio Pérez y un tío es picador de Javier Castaño; pero vivir en La Fuente condiciona al ser un pueblo con tanta torería”
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