CORRIDAS GENERALES

La locura por Roca Rey ante un estoico Matías en Bilbao

José Ignacio Galcerá
jueves 22 de agosto de 2024
El peruano enciende las pasiones de Vista Alegre -que registró una gran entrada- y un impasible Matías desde el palco aguanta una fortísima petición que le deja sin puerta grande; Manzanares, templado toda la tarde, oreja

Con el paseíllo en marcha, en las bocanas de Vista Alegre había atasco general de gente que anunciaba la gran entrada. Prácticamente llenos los tendidos. Una alegría para una feria necesitada de revitalización. Y en ese aluvión de público, el auténtico rey es Roca. Arrasa en la taquilla el peruano y eso lleva a cuestas una responsabilidad que en ferias como la de Bilbao aumenta un grado más. El peruano respondió a la expectación y dejó satisfechos a sus partidarios, que al fin y al cabo de eso se trata en una tarde de toros, de que se vayan felices para que vuelvan mañana.

Los argumentos por los que Roca Rey arrastra a las masas los puso sobre la mesa en el sexto de la tarde, el único cinqueño de la dispar corrida de Victoriano del Río. Ahí fue el Roca Rey que vuelve locos a los tendidos. Vinieron a ver eso y se lo dio. Lo hizo desde un eléctrico inicio de rodillas casi en los medios que puso los corazones a mil por hora. No se movió ni un milímetro el peruano cuando se pasó el toro hasta dos veces por detrás. Luego llegaron dos series cosidas sobre la diestra, de mayor rotundidad la segunda rematada de un cambio de mano hasta el final. Tuvo movilidad y nobleza el toro como mayores virtudes, y el fondo justo. La faena explotó definitivamente en un cambiado por la espalda como recurso y golpe de sorpresa en mitad de una serie de naturales. Y de ahí a la pirotecnia final donde Roca Rey se maneja como ninguno para encender las pasiones. Se sacó al toro, en ese momento ya afligido, por detrás y por delante, en un juego de ahora te quito la muleta, ahora te la enseño, ahora dejo que los pitones me rocen la taleguilla que puso cardiaco al respetable. El puñetazo entrando a matar dejó caída la espada. Ese fue el motivo, la colocación, por el que Matías aguantó una fortísima petición. Estoico el presidente para no conceder una segunda oreja -también lo estuvo para soportar la monumental bronca-, que le hubiera abierto la puerta grande a Roca Rey.

El primero de su lote se movió pero lo hizo sin clase, con genio. Como se movió, por ahí estuvo el interés de una faena de Roca Rey que terminó diluyéndose y se acabó definitivamente en un segundo desarme por la brusquedad del toro. No se le vio cómodo nunca con este toro al peruano. Con media estocada agarrada, Antonio Manuel Punta sufrió una fea voltereta cuando tocaba al toro de la que salió dolorido y con la taleguilla abierta.

CARO TOREO DE MANZANARES

La tarde de Manzanares tuvo momentos de categoría. Con el capote, ahí quedaron las cadenciosas verónicas al cuarto, toro ante el que se arrebujó por chicuelinas, de manos bajas, claro, como manda el apellido. También con la muleta en una primera faena al toro que descorchó el festejo en la que hubo pasajes de toreo ligado, reunido y con los detalles caros del empaque y la distinción de Manzanares trazados en los pases de pecho de pitón a rabo o en un cambio de mano monumental. Se lo hizo a un toro al que le dio el ritmo que no tenía -dormidito en los primeros tercios- pero que le acabó regalando una docena de embestidas de categoría. Le pegó un sopapo con la espada. Un gran estocada. Para enseñar. Cortó una oreja. En el cuarto surgió de nuevo una versión templada de Josemari con un buen victoriano pero al que le faltó empuje. Se quedó a medio camino la faena, con pasajes notables, de nuevo el cambio de mano como cumbre, y el toreo al natural. Pinchó en el primer encuentro y dejó una estocada contraria en el segundo.

Alejandro Talavante pasó sin pena ni gloria por Bilbao. Cierto es que su lote, por aplomado el uno y anodino el otro, fue el de menores opciones. Al uno lo exprimió innecesariamente en faena irrelevante, tanto que le complicó las cosas al entrar a matar con el toro reculando y queriéndose echar. Y en el otro no puso mucho de su parte para levantar el tedio que se apoderó. Apático el extremeño, no estuvo bien con la espada en ninguno de los dos.

Bilbao. Jueves 22 de agosto de 2024. Corridas Generales. Toros de Victoriano del Río, dispares de presentación y juego. Primero y cuarto, los mejores de una corrida noble pero justa de raza. José María Manzanares, oreja y ovación con saludos; Alejandro Talavante, silencio tras aviso y silencio; y Roca Rey, silencio y oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco. Entrada: Casi lleno. Saludaron Javier Ambel y Manuel Izquierdo tras banderillear al segundo.

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