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Valencia, 6 de octubre de 2024
Los bravos esta tarde en Valencia fueron los novilleros. Unos lo fueron desde las ganas, el mínimo que se les pide a los chicos que empiezan, ese fue el caso de Diego Bastos, otros desde un oficio y una capacidad sobrada como la que tiene Alejandro Chicharro, y otros, como el valenciano Donaire, lo hizo desde una entrega -pagada con su sangre en el sexto- no exenta de chispazos de talento como demostró con el capote. Los tres pasearon una oreja cada uno y se impusieron a una noble pero desrazada novillada de Rocío de la Cámara.
Acapachado, cuajado, con sus 523 kilos, el castaño que inauguró la función se llevó los primeros aplausos de la tarde. Bien hecho el novillo. Luego se desplazó con alegría en el capote del debutante en esta plaza Diego Bastos, cumplió en el caballo y en la muleta aguantó con su noble condición una abundante faena, de logros desiguales y de más disposición que lucimiento. No le vio la muerte con la espada el sevillano que tras el séptimo pinchazo lo despenó de un golpe de descabello.
Alejandro Chicharro se presentó en Valencia tras disputar esta mañana la final del Circuito Valenciano de Novilladas. Y con la cornada de Arnedo todavía fresca. Apenas poco más de dos horas entre el final de un festejo y el inicio del otro. Se las vio con un segundo novillo que mostró poco celo de salida, algo sueltecito. Y no sobrado de fuerzas. El madrileño demostró que tiene el oficio aprendido pero su faena tuvo poco eco en los tendidos por las defensivas embestidas que acabó desarrollando el novillo. Mató de una buena estocada tras pinchazo.
El capote de Donaire fue un soplo de brisa fresca en una tarde de poniente que elevó los termómetros durante todo el día. La manera de esperar al novillo y embarcarlo con los vuelos tuvo su sello de distinción que ya había mostrado, también a la verónica, en el cadencioso quite al novillo de Chicharro que remató con un garboso recorte. Sin gracia alguna, con su guasita incluso, se le coló a Donaire media docena de veces. Hizo un esfuerzo ante un novillo nada agradecido. Se tiró recto a matar, resultando encunado en una voltereta espectacular. Dobló el novillo, se levantó y ahí se enredó la cosa en el descabello con el de Rocío de la Cámara sin descubrir la muerte. Sonó un aviso, un segundo y el tercero. Con Donaire camino de las tablas con un evidente enfado, se echó el novillo, siendo apuntillado. Caprichos de los toros…
Diego Bastos le hizo de salida de todo al cuarto: una larga entre los medios y la segunda raya, otra en el tercio, más verónicas de rodillas también en el tercio, chicuelinas en los medios y una larga de remate del profuso saludo. Un popurrí. Y también con la muleta, porque al toreo fundamental le añadió alardes como una arrucina para rematar el prólogo de hinojos y algún cambiado por la espalda como golpe de sorpresa. Estuvo casi más tiempo de rodillas que de pie. Se llevó el lote el sevillano porque dentro de su flojedad -claudicó un par de veces el novillo- éste resultó un animal embestidor y no pocas veces. Mató de una estocada casi entera al segundo intento y se premiaron sus indiscutibles ganas con una oreja.
De preciosa pinta ensabanada el quinto, se escuchó un ¡oh! en cuanto asomó. Con todo se arrancó al caballo, descabalgando al picador Jesús Vicente. Y del tirón, enfiló al caballo que guardaba la puerta. En la primera parte de la faena, Chicharro aprovechó la inercia del novillo que iba y venía para ligar un par de series de planta asentada. Y ya sin inercia, con el novillo más reservón por su escasita raza, tiró de la embestida con pulso en muletazos logrados de uno en uno. Bordó los remates, en forma de dos trincherazos, uno al inicio y otro al final. Pinchazo, una estocada, aviso y una oreja.
El sexto lució el hierro de Cortijo de la Sierra, segunda marca de la misma casa ganadera. Ensabanado como el anterior, desde que salió no hizo nada que albergara esperanzas. Frenado en el capote de Donaire, después de cobrar lo suyo en un primer puyazo duro, salió suelto. Arreó en banderillas. Alberto brindó a su compañero Chicharro. Convencido y firme, Donaire dio la cara y le ganó la partida a un novillo loco por rajarse. Muy por encima el joven espada, que pagó su entrega con una cornada al entrar a matar. Su cuadrilla paseó la oreja mientras le operaban en la enfermería.
Valencia, domingo 6 de octubre de 2024. Feria de la Comunidad Valenciana. Novillos de Rocío de la Cámara y Cortijo de la Sierra (6º), bien presentados, nobles, escasos de raza en conjunto; muy deslucidos tercero y sexto. Diego Bastos, silencio tras aviso y oreja; Alejandro Chicharro, ovación con saludos tras leve petición y oreja tras aviso; y Alberto Donaire, ovación con saludos tras tres avisos y oreja. Entrada: Un tercio de plaza. Saludaron en banderillas del segundo Jesús Robledo “Tito” y Raúl Ruiz, y de Juan Carlos Rey y de nuevo Tito en el quinto.
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