No triunfó nadie pero fue un triunfo de todos. La libertad y un agotado el boletaje fueron los grandes vencedores de la anhelada reapertura de la Plaza México. Bien presentada, la corrida de Tequisquiapan no dio el juego esperado y el festejo del regreso de los toros a Insurgentes terminó gravitando entre la alegría y la decepción.
Joselito Adame se dejó en la espada la puerta grande, en dos faenas de premio gordo con dos toros bien distintos: el complicado primero y un cuarto con calidad que adoleció de fondo. Diego Silveti saludó una ovación tras petición en el segundo con un lote que se vino pronto a menos. No tuvo su tarde Roca Rey, que se estrelló con el peor lote y terminó escuchando los tres avisos con “Mar de Nubes”.