(Foto: Julián López)
Alberto Durán recibió bien de capa al primero, mostrando de nuevo su buen concepto capotero en un quite posterior por delantales. El novillo manseó en el primer tercio pero llegó con movilidad y repetición a la faena de muleta, que fue brindada al respetable. El novillero pudo al animal a base de enganchar adelante sus embestidas, bajar mucho la mano y ligar los muletazos dejando la muleta puesta en la cara, especialmente sobre la diestra. Sorprendió la firmeza y desparpajo del torero, que fue volteado afortunadamente sin consecuencias. Cerró por manoletinas y perdió la oreja por pinchar con la espada.
Con el castaño cuarto, tan noble y bondadoso como falto de fuerza, Durán dibujó una faena aseada pero falta de emoción por la sosa condición de la res. Puso empeño y disposición y el público quiso reconocerle el esfuerzo con una gran ovación tras petición de oreja. Mató de una buena estocada corta recibiendo.
Tulio Salguero sorteó en primer lugar a un novillo noble y con calidad pero con menos chispa, fuerza y transmisión que su hermano anterior. El joven torero pacense puso voluntad y dejó entrever su buen concepto pero no consiguió conectar con los tendidos. Mató de una formidable estocada que tiró sin puntilla al de Guadaira.
El colorado y serio quinto tuvo poco fondo y con él apenas pudo dejar de nuevo muestras de su buen corte de torero. Lo intentó con buenas maneras Salguero, que se arrimó y puso empeño en todo momento. Pinchó y dejó una buena estocada al segundo intento.
Rafael Cerro, que en el segundo quitó por saltilleras, recibió con facilidad capote en mano al que hizo tercero, que tampoco peleó con bravura en el caballo. Entró en quites Alberto Durán, que toreó por chicuelinas rematando con una buena media verónica. Cerro brindó al público y toreó con limpieza por ambas manos, dejando muletazos de buena ejecución. El de Guadaira, muy manejable, vino a menos, al igual que la faena del extremeño, que se arrimó pisando terrenos de cercanías al final, incluyendo en su repertorio varios circulares y bernadinas. Pinchó en el primer encuentro y dejó una estocada honda después.
Se jugó el tipo con el sexto, el animal más complicado y rebrincado del encierro. No fue fácil templarlo y Cerro lo hizo bien por momentos y, ya en el epílogo de su labor, se arrimó con agallas. Mató con rapidez y el público pidió una oreja que el presidente no concedió. Madrid, 31 de julio de 2011. Novillos de Guadaira. 1º) Manso, encastado, con repetición y movilidad. 2º) y 4º) Nobles, con calidad pero justos de fuerza. 3º) Manejable, a menos. 5º) Noble, parado. 6º) Complicado, rebrincado. ALBERTO DURÁN: Ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos tras petición; TULIO SALGUERO: Ovación con saludos en ambos, en su primero tras leve etición y RAFAEL CERRO: Ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos tras petición. Entrada: Media plaza.
