El novillero sevillano Lama de Góngora fue uno de los protagonistas de la jornada taurina del sábado al indultar un novillo de El Cahoso en la plaza extremeña de Fuentes de León. “Es mi primera experiencia de indulto. En muchas ocasiones el público lo ha pedido mientras toreaba anteriormente, pero al final el presidente no lo concedía y estaba deseando acoplarme a esas embestidas soñadas. “Violetero” fue un grandísimo toro. Desde mi humilde opinión me regaló al menos treinta embestidas perfectas y me rompí con él. Me sentí torero en toda su expresión”, relata el hispalense.
El triunfo, para Lama, “supone a nivel personal un aldabonazo interior, porque sé lo que estoy entregando y sufriendo por y para mi forma de entender la vida y mi forma de sentir. Todo está enfocado al toreo, a torear bien y mi día a día consiste en afinar sensaciones, por eso supone un aldabonazo interior”, expresa el torero, que agrega: “Con respecto a la temporada, muchos aficionados vieron que Lama de Góngora sigue con la misma o más ilusión si cabe. Desde mi segunda tarde en Sevilla, donde pude triunfar, y después del paso por Madrid, donde sentí esos olés tan fuertes, me he llenado de frescura. Tengo ganas de torear y de que vean que tengo mucho que entregar y muchas ganas de demostrar lo que siento”.
Sobre el desarrollo de su temporada, matiza: “Este año, aun habiendo triunfado, no he podido expresar todo lo que llevo dentro y estoy deseando de que medio embista un toro, como pasó el sábado, y demostrar que voy avanzando y mejorando en mi tauromaquia. Sé que me queda muchísimo, pero creo que voy por buen camino. Estoy ilusionadísimo y entregado a los que confían y me siguen, y queriendo demostrar que tengo mucho que decir”, concluye.
