La tarde fue de Roca Rey. Frente a dos toros encastados, desenfundó su poder y autoridad. ¡Aquí estoy yo! Y frente a tan bravos enemigos, sobresalió el mejor Roca Rey. Hizo pleno y se llevó dos rabos a su esportón. Roca Rey y Cautivo, de Santiago Domecq, protagonizaron un emocionante capítulo. Fue bravo este segundo…