La noche del jueves, el Círculo Taurino de Sevilla tuvo como invitado a Lucio Sandín, a quien la entidad agradeció su visita, pues no es una persona especialmente dada a participar en actos públicos. Emocionado y agradecido por volver a Sevilla, el torero madrileño revivió su trayectoria en la tierra donde quizá más gozó como torero, la plaza que paladeó su toreo, sus exquisitas maneras y que también sufrió con él. De la Puerta del Príncipe como novillero a una cornada terrorífica y a una reaparición en el mismo año, a los dos meses y medio, y a la vieja usanza: vistiendo el mismo traje, alojándose en el mismo hotel y en la misma habitación.
Según sus propias palabras, su espejo y su referente es Curro Romero, su padrino de alternativa, a quien admira profundamente como torero y como persona. Le sigue impactando, cuarenta años después, recordar la figura de su compañero José Cubero "Yiyo", quien junto a Julián Maestro, formaron los llamados "Príncipes del toreo".
El acto se desarrolló en el restaurante Las Piletas, después de haber dado un paseo por el barrio de Triana, con visita incluida a la capilla de los Marineros, y concluyó con un brindis por el maestro y palabras emocionadas dirigidas a Sevilla, por lo que ha significado personal y profesionalmente en su vida.