La localidad vallisoletana de Medina de Rioseco rindió un sentido homenaje durante este pasado fin de semana a Rafael Peralta Pineda, rejoneador y antiguo benefactor de la residencia de ancianos Sancti Spiritus y Santa Ana con la organización de festivales taurinos a beneficio de la histórica Casa Asilo junto a su hermano, el recordado Ángel Peralta.
En noviembre de 2020, el pleno de la Corporación Municipal decidió por unanimidad otorgarle el título de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Medina de Rioseco por su contribución especial a lo largo de los años con este municipio. Y fue este domingo cuando se le entregó el título en un acto celebrado en el Teatro Principal María Luisa Ponte, junto a su mujer, sus cuatro hijos y diez de sus nietos.
Al homenaje acudieron el alcalde, David Esteban; y el resto de concejales de la Corporación Municipal. La senadora riosecana Sara Galván y el diputado provincial Santiago Baeza también quisieron estar presentes; representantes de la Guardia Civil, además del riosecano Jorge Manrique, quien tantas veces toreó en su festival, y de distintos presidentes de asociaciones, cofradías, clubes y otras entidades de Medina de Rioseco y comarca.
Fue su hijo, Rafael Peralta Revuelta, quien ofreció un discurso de agradecimiento en nombre de su padre. “En nombre de nuestra madre, de mis tres hermanas y de los doce nietos, si hay algo que tenemos que glosar o elogiar de Rafael Peralta Pineda, mi padre, es su calidad humana, su cercanía, su autenticidad, su alegría, su carisma, su sensibilidad y su sencillez, en definitiva, todos sus valores que un día -no muy lejano- le hicieron acercarse a esta hermosa villa”.
Los actos comenzaron el sábado por la tarde de forma oficial. La arena del coso del Carmen acogió la firma del Libro de Honor de la Ciudad. En un sencillo acto que sirvió para que Rafael Peralta dejara constancia en este libro reservado para personas de especial relevancia en Medina de Rioseco.
Desde allí y en calesa, partió para recorrer alguna de las rúas del municipio hasta llegar a su querida residencia de ancianos, donde se vivieron momentos de afecto y de recuerdo, sobre todo cuando se depositaron claveles rojos en el busto homenaje a Ángel Peralta, situado a la entrada de la Sancti Spiritus y Santa Ana.
Ya, en el patio interior, y del brazo de su hijo Rafael, descubrió una placa formada por distintos azulejos que servirá como recuerdo de sus estancias allí cada tarde de festival taurino durante cincuenta años
