EXTRA MATADORES 2024

Miguel Ángel Perera: la plenitud de un aniversario redondo

Julio César Sánchez
jueves 19 de diciembre de 2024
No ha sido una temporada estelar en cuanto a paseíllos, pero sí tremendamente meritoria por haber conseguido, un año más, resistir en el grupo de cabeza sin el amparo inicial de un apoderamiento sólido

La temporada de 2024 no ha sido una más para Miguel Ángel Perera. Este año venía marcado para el torero extremeño por su vigésimo aniversario de alternativa, algo que suele añadir un cierto toque de excepcionalidad. El balance final en cuanto a número de actuaciones alcanzó la cifra de treinta y cinco corridas de toros (siete en plazas de primera categoría administrativa, dieciséis en las de segunda y doce en las de tercera), con cuarenta y ocho orejas cortadas y dieciséis puertas grandes.

No ha sido una temporada estelar en cuanto a paseíllos, pero sí tremendamente meritoria por haber conseguido, un año más, resistir en el grupo de cabeza sin el amparo inicial de un apoderamiento sólido. Su fiel mozo de espadas y durante el año pasado apoderado, David Benegas, dejó sendas funciones a comienzos de marzo y Miguel Ángel Perera nadó relativamente desamparado durante veinte días hasta que Diego Robles se convirtió en director artístico del extremeño a finales del citado mes.

Ilustración: Carmelo Caatrad.

La ejecutoria de Perera no ha variado apenas nada a lo largo de su trayectoria y tampoco lo ha hecho al cumplir veinte años como matador. Su toreo sigue siendo sobrio, sin alardes estéticos, pero de gran contenido técnico y sustentado en una verdad y firmeza de privilegiados que le han mantenido en un lugar relevante y tremendamente meritorio toda su ya longeva carrera.

Sin embargo, los comienzos de temporada algo convulsos por el cambio de apoderamiento antes referido pronto tuvieron un punto de apoyo fundamental para resistir el envite de los años y el empuje de los nuevos toreros. Ese apoyo, tras cuatro lustros de búsqueda, llegó en Sevilla, la plaza que se enamora no solo con el toreo artista, y que supo apreciar las dos faenas que Miguel Ángel Perera cuajó a su lote de toros de El Parralejo, las cuales merecieron la concesión de tres orejas y, por ende, el derecho a atravesar a hombros la Puerta del Príncipe hispalense por primera vez en su carrera. Fue el 10 de abril.

Aquel triunfo allanó notablemente el camino al nuevo apoderado, quien apenas diez días después de tomar posesión de su nuevo cargo, vio claramente reforzado el cartel de un torero cuya valía no ofrecía discusión alguna, pero que dejó de ser novedad hace tiempo y cuyo toreo no contiene la vistosidad de otros, factores que suponían serios hándicaps que quedaron disipados por el triunfo sevillano.

Sin embargo, aunque anduvo cerca, la Puerta del Príncipe no quedó refrendada con otra puerta grande en Madrid que habría supuesto un espaldarazo definitivo a la hora de entrar en los carteles de relumbrón del año. En Las Ventas, Miguel Ángel Perera protagonizó dos tardes recias y solventes sin alharacas. La primera el 15 de mayo frente a toros de El Parralejo que no tuvieron ni el fondo ni las formas de embestir del encierro de Sevilla, y dos días después, el de Puebla del Prior volvió a ofrecer una destacada dimensión en la corrida de La Quinta, en una lección de conocimientos lidiadores y de firmeza sin concesiones que no tuvieron la debida firma de la espada.

Pasados los dos grandes puertos de inicio de campaña, la temporada de Miguel Ángel Perera se ha desarrollado sin excesivos sobresaltos en cuanto a triunfos -que los ha habido- ni fracasos, que no han llegado, si bien, un año más, el irregular uso de la espada, esa tan cortita que utiliza el extremeño, ha lastrado el número de salidas a hombros.

Entre los éxitos destacan los protagonizados en Granada, León, Manzanares, Berja, Dax, Guadalajara, Palencia o San Sebastián de los Reyes, si bien el conseguido el 23 de junio en Badajoz, en su Badajoz, fue el más rotundo en cuanto a número de trofeos, y, posiblemente, también a nivel emocional ya que el lote de toros de Núñez del Cuvillo permitió a Perera cuajar una tarde rotunda de cuatro orejas el día en el que conmemoraba sus veinte años de alternativa.

No faltaron los momentos menos felices causados por las cogidas, como la sufrida en la plaza de toros de Illumbe de San Sebastián el 16 de agosto, con el resultado de una herida en el escroto y la rotura de una costilla que le obligó a forzar la recuperación para reaparecer en Bilbao tan solo cinco días después.

 

CIERRE DE TEMPORADA EN MADRID

Mención aparte merece la dimensión mostrada por Miguel Ángel Perera en la tarde que ponía broche a su temporada 2024 el 12 de octubre, día de la Hispanidad. La ocasión vino marcada con la A coronada del hierro de Victorino Martín y el escenario elegido fue la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, con Emilio de Justo como único compañero de paseíllo, en un cartel plenamente extremeño. Una vez más, brindó una tarde de seguridad y toreo desnudo que, de haber contado con el refrendo de la espada, le habría colocado en los puestos anhelados de cara a la temporada venidera. Sin embargo, el premio material quedó en una única oreja -que podría no haber sido la única- frente a un encastado tercer toro de la tarde, de nombre Escusano, que embistió con tremenda importancia por el pitón izquierdo y al que Perera dio cumplida réplica al natural, llevándolo cosido a la tela roja. Es cierto que la espada viajó certera al primer viaje, pero el toro tardó en doblar y Miguel Ángel tuvo que descabellar, llegando a escuchar dos avisos.

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