La catarsis se produjo esta vez en El Puerto de Santa María, especie de universidad de verano ante las vacaciones hispalenses. Cierra la Maestranza y abre la Plaza Real. No es mal escenario tratándose de ciencias taurinas. Los últimos días se han puesto de moda las grandes eucaristías y en cuanto hay ocasión se desbordan las pasiones y los sentimientos. Nadie quiere ser menos que nadie. Sobre todo si hay motivos como es el caso –Morante y Manzanares, inspirados- dudo que haya mejor terapia para salir de la crisis, a la taurina me refiero, y para olvidar por un rato las otras, la económica, la social y la de los valores que tanta falta hacen.
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