El Real Madrid C.F. conquistó este sábado su trigésimo quinto título de Liga. Nacho Fernández, central y uno de los capitanes del equipo blanco, cogió el testigo dejado por Raúl y Sergio Ramos en las celebraciones madridistas y no dudó en volar el capote para torear de salón a la verónica sobre el mismo césped del Santiago Bernabéu. La imagen festiva tuvo un final sorpresa, puesto que sus hijos acabaron embistiéndole y chocando entre ellos. El futbolista madrileño es un reconocido aficionado a los toros y es habitual verle en muchas plazas, especialmente en la monumental de Las Ventas, siempre que sus obligaciones profesionales se lo permiten.