Pasado todo el ruido provocado por el acontecimiento que supuso la despedida de Enrique Ponce, se impone volver la mirada a esa tarde porque sucedieron cosas muy notables más allá del adiós del maestro. Como quedó meridianamente claro, las miradas de quienes abarrotaron los tendidos del coso apenas se desviaron del motivo que primó desde el principio en tan importante convocatoria. Todo ello provocó que un episodio tan importante como es asumir la responsabilidad de convertirse en matador de toros quedara sin el foco que sin duda siempre merece, y más sí como en este caso el protagonista hace méritos para que en cualquier otra tarde se le cantase con mayor profusión, incluso mayor fervor.
En esas circunstancias Nek Romero, que tuvo en la espada su particular calvario, laguna que debe tratar de corregir con urgencia, dio una gran dimensión de torero valiente, pero con argumentos de interesante y variada torería de que se apueste seriamente por él. La tarde tuvo un indeseado invitado en el viento que en forma de rachas condicionaban abiertamente el buen toreo, lo que dificultó la labor de todos los lidiadores, acusándolo mucho más el novel espada por aquello de las urgencias y del menor oficio a la hora de elegir los terrenos. Lo superó de la única forma que debía en tarde de tanto compromiso: aguantando a la vez las inciertas embestidas del viento y de los toros que le cupieron en no muy buena suerte. Con todo, logró al torear y templar sobre la mano izquierda, que el público se le entregara sin reservas, lo que ya había conseguido también al hacerlo con limpieza y exposición en un previo quite por saltilleras. Fue en el arranque de faena ante el basto, quedado y descastado sexto, ya con los nervios de la tarde dominados, cuando ofreció dimensión de torero responsable y con sobrados recursos para emocionar.
Al hilo de tan notable actuación, y ya huérfanos de la figura del maestro de Chiva, valorando la noticia que nos ofreció esta semana el presidente de la Diputación, Vicente Mompó, de que la próxima temporada sólo tendremos toros en Fallas, por las mejoras que hay que aplicar en la plaza, bueno sería que se abriera el abono josefino potenciando la feria y a la juventud que ilusiona: Ahí están pidiendo paso Samuel Navalón, de Ayora, Nek Romero, de Algemesí, y Alejandro Peñaranda, de Iniesta, ¡casi de Valencia! No dirían que no al día de San José, pero claro, colocándolos con las figuras consagradas los días previos. ¿Realidad o quimera?
Acceda a la versión completa del contenido
Nek Romero, valor con argumentos
El espada sevillano se gustó con capote y muleta, y terminó regalando un tercer toro…
Durante el acto, se dieron a conocer nuevas fórmulas en las que el ingrediente principal…
La nieta del Rey Emérito, será la que ilustre un cartel con "fondo vintage/pop art"…
El Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas y la Unión de Villas Taurinas de Francia…
La plaza de toros de Navalmoral de la Mata ha vuelto a cerrar por segundo…
Los socios de la histórica entidad visitaron la finca El Castañar en la localidad toledana…