Ni un voto para esos vividores

Organicemos un festival en Madrid, con la flor y nata de los toreros retirados, con capacidad para coger una muleta todavía, y todas las figuras actuales. Recaudaremos veinte veces lo que entregaba al año el Ayuntamiento de Madrid a la Escuela Taurina.

Con mentiras y trampantojos el Ayuntamiento de Madrid que preside la jueza Carmena, alcaldesa títere de Podemos, ha retirado gran parte de la subvención municipal a la Escuela Taurina de Madrid. Los amigos de la dictadura encubierta de Maduro han actuado como siempre desde que asomaron el hocico al poder, dando vueltas y declarando lo contrario a lo que piensan hacer y hacen. Golpean con saña a todo aquello que odian por español, ya que su única doctrina es el trasnochado marxismo-leninismo del siglo XIX. Estos son los que quieren gobernar España. El aficionado a los toros que confíe en ellos para que garanticen la supervivencia de la Fiesta está equivocado de medio a medio.

Ni un solo voto de los que amamos la Fiesta Brava para esos embusteros recalcitrantes que nos quieren engañar prometiéndonos una Arcadia Feliz. Si ellos se hicieran con el poder, volveríamos a las alpargatas de esparto, a los pantalones remendados y al plato único. España no puede andar para atrás, para que se entronicen unos vivales que están mintiendo a boca llena para convertirse ellos en la única “casta” que tanto denigran. Dios nos libre de que pudieran algún día salirse con la suya. Entonces sabríamos lo que es nepotismo, meter la mano y pasarse por el forro normas y leyes. Aunque las normas y las leyes que garantizan nuestra vida en democracia las abolirían y crearían otras que les permitieran hacer con el país lo que les diera la gana. Quieren convertir España en un país de “almas muertas” como la Rusia de los Zares, que dio lugar al marxismo-leninismo que ellos profesan, que es aún peor.

Organicemos un festival en Madrid, con la flor y nata de los toreros retirados, con capacidad para coger una muleta todavía, y todas las figuras actuales. Recaudaremos veinte veces lo que entregaba al año el Ayuntamiento de Madrid a la Escuela Taurina. Demostremos a esa purria que no los necesitamos para nada.

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