Arrasó Juan Leal en Nimes haciendo pleno y cortando cuatro orejas. Un festejo de triunfo por partida triple en el que abrió la Puerta de los Cónsules junto a Solal, que paseó tres trofeos. Fernando Adrián salió en hombros por la puerta de cuadrillas tras pasear dos orejas en una tarde en la que cuatro buenos toros de Virgen María y un sobrero encastado de Fernay permitieron los últimos triunfos de la Feria de Pentecostés.
El segundo, de trapío más modesto y cara más abierta, evidenció nobleza en el capote y bravura en la segunda vara. Leal aprovechó estas buenas condiciones para construir una faena seria por ambos pitones, con series ligadas, antes de acortar distancias y pasarse al toro muy cerca en redondos templados. El final de rodillas y la estocada entera desataron la fuerte petición. Dos orejas.
Muy bien hecho también el cuarto, un tostado listón bajo y serio por delante que acudió con prontitud al capote de Leal y cumplió en varas. El de Virgen María fue noble y algo soso, con lo cual la primera parte de la faena, de corte clásico, se desarrolló en tono menor que la de su primero. Leal lo arregló todo recortando distancias y pasándose al toro por todos lados, haciendo sonar la música. Otra vez mató a la primera y cortó dos orejas, algo protestada la segunda, que no paseó, erigiéndose en triunfador numérico de la feria.
El sexto fue devuelto de salida después de tropezar dos veces. El sobrero de Fernay, algo montado y veleto, embistió con codicia en el capote de Solal antes de cumplir en el caballo. Solal banderilleó otra vez con soltura, lo que tuvo mérito puesto que el toro embistió con codicia. También la tuvo en la muleta y después de buscar soluciones largo rato, Solal acabó viendo que, aunque a base de esfuerzo, el toro se dejaba por el derecho. Faena de entrega culminada con un buen espadazo. Y dos orejas.
Buen tranco tuvo el tercero, bien hecho, en el capote de Solal, que dibujó un ramillete de lances clásicos rematado por una media. Bravo en la primera vara el de Virgen María, se empleó más discretamente en la segunda. Solal lo banderilleó con soltura. Fue muy buen toro, formal, fijo, noble y abriéndose una maravilla por el pitón izquierdo. Solal dibujó una faena aseada con varios muletazos elegantes y de calidad, sin quizás apretar del todo al toro para descubrir su buen fondo. Mató a la primera y cortó una oreja.
El quinto, otro toro bajo y bien hecho, serio por delante, colocó la cara de maravilla en el capote de Fernando Adrián, mejor por el izquierdo, donde, después de salir suelto en los primeros lances, se enceló y se rebozó un par de veces con categoría. Cumplió en el caballo. Después de empezar la faena por cambios de rodillas, Adrián aprovechó el gran pitón izquierdo del de Virgen María en un par de tandas muy rotundas. El toro embistió con mucha profundidad y clase, igualando en calidad los mejores toros de Victoriano del Río lidiados la víspera, ganadería de la que ésta procede en parte, y por la otra de Jandilla. En vez de seguir por este pitón, Adrián optó por el derecho, donde el toro embistió muy bien pero sin la hondura del otro. Recortó distancias, terminó por manoletinas ceñidas y mató de gran entera en todo lo alto. Dos orejas pedidas con fuerza y ovación en el arrastre al de Virgen María.
Poco pudo hacer Fernando Adrián frente al toro de su confirmación, serio, cinqueño, hondo y cuajado, que tuvo sentido y solo permitió andar listo con el condicionante añadido de un ruedo muy blando después de la corrida de rejones matinal. Adrián se puso por ambos pitones, aguantó tarascadas y mató al primer intento.
Nimes (Francia). Lunes 20 de mayo de 2024. Toros de Virgen María, serios y bien presentados. Destacaron el bravo quinto, y los buenos segundo, tercero y cuarto. Y un sobrero encastado de Fernay (6º). Juan Leal, dos orejas y dos orejas; Fernando Adrián, que confirmó alternativa, silencio y dos orejas; y Solal, oreja y dos orejas. Entrada: Dos tercios.