(Foto: A. Rivera)
La calidad y la nobleza del conjunto lidiado por la ganadería de Fuentelapeña dejó a la terna de la sexta corrida de feria poder expresarse ante la afición. Sobre todo a Miguel Abellán, que en su segunda comparecencia volvió a hacer disfrutar con su toreo sentido, pausado y templado. El ejemplar que rompió plaza derrochó una calidad que aprovechó el madrileño para dejar los momentos más artísticos de la tarde, sintiéndose en cada muletazo por ambas manos. Rubricó su obra con un certero espadazo y cortó una oreja. También tuvo momentos de calidad la faena a su segundo, un ejemplar justo de fuerza que se fue apagando poco a poco. Mató bien otra vez y fue aplaudido de manera calurosa por la parroquia.
El otro apéndice del festejo fue a parar a manos de Ramiro Cadena ante el tercero de lidia ordinaria. El diestro de Cali toreó con largura, reunión y ligazón, en una faena justa y medida que le valió el premio de la oreja.
También debió tocar pelo Paco Perlaza tras una aseada y correcta faena a su segundo. Pero el usía estuvo demasiado cicatero y no concedió un trofeo que pidió la mayoría de los tendidos.
Toros de Fuentelapeña, nobles y con calidad en líneas generales. Miguel Abellán: Oreja y palma; Paco Perlaza: Ovación tras petición y ovación. Ramiro Cadena: Oreja y palmas. Entrada: Media plaza.
