Ocurrió en el sexto de la tarde de este sábado en El Puerto de Santa María. Pablo Aguado se tiró a matar por dos veces en la suerte contraria muy derecho, tan derecho que las dos veces lo enganchó el toro de Juan Pedro Domecq por los pechos de la chaquetilla de dramática manera pasándolo de uno a otro pitón teniéndonos lo peor. Valor, y mérito, tuvo ese segundo intento con la misma derechura.
Las dos espeluznantes cogidas quedaron apenas en un rasguño. Tras abandonar la Plaza Real en hombros, el sevillano pasó a la enfermería donde fue atendido de “una contusión con hematoma en región escapular derecha con erosión superficial”, según el parte firmado por el doctor Carabot Rodríguez-Rubio.