“Esta oreja sabe a gloria, a muchos recuerdos, a una historia preciosa, donde todo el mundo ha vivido conmigo estos 35 años. No soy mucho de mirar atrás pero tardes como hoy te hacen un poco pensar en todo lo vivido”. Son las palabras de Pablo Hermoso de Mendoza después de cortar una oreja al toro de su despedida de Madrid.
Así se expresaba en los micrófonos de One Toro: “Ha sido una tarde con mucha carga emocional. A ratitos la he disfrutado y otras me ha pesado, no sé si por la emoción, por saber que es la última y ha habido momentos que dentro del ruedo me ha pesado un poquito más de lo normal”.
Pablo Hermoso vio cómo su hijo Guillermo abría la puerta grande: “Muy contento porque como padre, hoy era una celebración. Me voy contento por el cariño de la gente con la plaza llena, porque me he encontrado a gusto a pesar de que en momento me ha costado un poco reponerme a emociones mías. Pero esto ha sido una explosión de emociones, de júbilo y de felicidad”.
Y añadió: “Esto significa mucho. Porque para mí y para toda mi familia es mi despedida y ver que Guillermo está con un auge y un empuje y con una sustancia que ya no hay que ayudarle, ya es él mismo. La prueba ha sido que con Berlín lo hemos sacado los dos y él ha estado mucho más redondo que yo, y sobre todo una faena de las que siempre he presumido yo, una faena donde el primer rejón ha sido de frente, con una pureza tremenda con Berlín; las cuatro banderillas han sido distintas, una al sesgo, otra de plaza a plaza, la hermosina por los adentros… una faena con una pureza tremenda”.
El navarro agradeció al público por estos 35 años a su lado: “Gracias a todo el público que me ha acompañado desde que empecé que han sido incansables que han disfrutado y que han sufrido también cuando las cosas no se han dado bien, pero que siempre han estado a mi lado y a los que no lo han estado y me han puesto sus críticas, también agradecerles porque de todos ellos he aprendido muchísimo”.
