Cinco corridas de toros se programaron del 15 al 19 de marzo de 1975. En la primera cortaron una oreja cada uno la terna compuesta por Ricardo de Fabra, Santiago López y Julio Robles, que lidiaron una floja corrida de Manuel Camacho. En este festejo, Fabra sufrió una dramática cogida de la que salió indemne de manera milagrosa. Los toros, en este caso de El Torero, también fallaron en la segunda del ciclo. Varios de ellos rodaron por los suelos por su escasa fuerza y las almohadillas rodaron por la arena. Solo Paquirri logró cortar un trofeo, mientras que Julián García y Niño de la Capea estrellaron sus deseos ante la invalidez de sus reses.
El aspecto ganadero continuó de capa caída en la tercera. De la corrida titular de Martínez Benavides volvieron a los corrales dos toros, que fueron sustituidos por otros tantos sobreros de El Pizarral que, por suerte, dieron buen juego. Ruiz Miguel no brilló, mientras que José María Manzanares y Antonio José Galán lograron un trofeo cada uno.

Paco Alcalde, de frente, con los rehiletes; la lluvia fue protagonista de la feria hace medio siglo, tanto que el 18 de marzo se suspendió el festejo y se aplazó a la mañana siguiente.
La lluvia, que hizo acto de presencia casi desde el principio de feria, arreció el día 18 hasta el punto de tener que suspenderse el festejo. Ante la gran expectación que había levantado la corrida, la empresa decidió aplazarla para la mañana del día de San José. La lluvia no cesó, pero se dio el festejo con toros de José y Francisco Ortega, sustitutos de los anunciados de Branco Nuncio. Fue una corrida de toros que llevó la emoción a los tendidos por su encastado comportamiento. El colombiano Jorge Herrera sufrió una espectacular cogida del tercero, del que afortunadamente no resultó herido. Una oreja cortó de ese toro, más por el recuerdo de la tremenda voltereta que por otros méritos artísticos. Palomo Linares también obtuvo un trofeo, mientras que Dámaso González se lo llevó doble. En esta corrida, hubo un espectador de excepción, el cantautor Joan Manuel Serrat.
Por la tarde, con la lluvia protagonista durante todo el festejo, se lidiaron reses de Torrestrella que dieron excelente juego. Paco Camino, Ángel Teruel y Paco Alcalde, la terna, se llevaron dos orejas cada uno. Pero la gran faena la protagonizó Camino en el cuarto, al erigir un monumento al toreo al natural en medio de un diluvio.