Miguel Ángel Perera ha cortado la única oreja – que pudieron ser tres – del festejo celebrado en San Sebastián en un encierro desigual de Zalduendo. Rubén Pinar no tuvo suerte con el lote que le tocó en suerte, mientras que Morante fue silenciado.
Miguel Ángel Perera, que fue volteado sin consecuencias cuando conducía al toro al caballo, paseó una oreja de su primero al que le instrumentó una labor inteligente con series cortas y administrando mucho al toro. Destacaron varias series por el pitón derecho donde hubo ligazón y mano baja. A su segundo, le instrumentó el mejor trasteo de la tarde. Faena larga a un toro que duró mucho. Tras una primera parte con muletazos largos, encajados y toreando muy despacio, Perera finalizó su labor en terrenos de cercanías con varios circulares entre los pitones. Cuando ya tenía las dos orejas en su esportón, falló en la suerte suprema.
El que abrió plaza, un toro muy deslucido y que no tuvo ninguna virtud, Morante lo toreó con mucho aplomo y sin sobresaltos. El de Zalduendo se quedaba corto y puntueba en la muleta del sevillano sin que pudiera lucirse. Al que hizo cuarto, un toro con embestida irregular le obró una faena larga donde los momentos de mayor lucimiento llegaron por el lado derecho.
Rubén Pinar saludó una ovación de su primero, un animal con movilidad pero sin clase y al que mató de buena estocada. Ante el que cerraba plaza, mostró buena disposición y actitud, intentándolo en todo momento ante un toro que tuvo muy poco fondo.
San Sebastián, 19 de Agosto. Toros de Zalduendo, bien presentados, nobles y manejables aunque justos de fondo. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio en ambos; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Oreja y ovación tras dos avisos; RUBÉN PINAR: Ovación con saludos y ovación tras aviso. Entrada: Dos tercios. Saludó en banderillas Joselito Gutiérrez.