Dice el bolero que 20 años son nada, pero en la tauromaquia de Perera se traduce en mucho, sobre todo en una madurez que pone de relieve a un torero en el mejor momento de su carrera. Como se pudo ver en las dos faenas que planteó en el coso de Pardaleras del que se marchó en hombros con cuatro orejas en el esportón. Ortega y Roca se marcharon a pie con desigual suerte.
Saludó Perera con las dos rodillas en tierra por verónicas a su primero que tuvo un punto de genio, pero se movió y con eso Perera armó una faena de muleta que inició a pies juntos para después dar distancia y así aprovechar la inercia de la embestidas en las series en redondo en los medios, en las que ligó los derechazos con el oficio que dan 20 años de alternativa. Al natural el toro salía mirando a tablas, aún así el de Puebla del Prior logró aguantarlo en la franela y enlazar muletazos. El final de faena en cercanías llevó su sello, al igual que las manoletinas con que epilogó su actuación. Dos orejas.
Al cuarto, Perera le recetó un quite muy lucido en el que mezcló chicuelinas con tafalleras y cordobinas. El inicio de faena de muleta, en los medios, de rodillas pasándose el toro por la espalda, para continuar en redondo puso en pie al respetable. El astado se sintió podido y cantó la gallina tras esa primera serie. Perera se fue tras él y entre las dos rayas le enjaretó una faena muy ligada, en la que le corrió muy bien la mano por ambos pitones. A pesar de la falta de raza del animal hay que destacar que cuando Perera lo toreó a favor de querencia respondió y permitió que Miguel Ángel pudiese disfrutar en tandas templadas y muy ligadas. El cierre por benadinas terminó por encender al público muy entregado durante toda la tarde con el extremeño. Mató de estocada certera. Dos orejas.
Con cadencia y meciendo los brazos saludó Juan Ortega a su primero que adoleció de una manifiesta falta de fuerzas. Tampoco es que estuviera sobrado de raza, de ahí que se doliera en banderillas. Ortega se dobló con él, pero sin someterlo para que le durase, y con esa misma suavidad le enjaretó una serie en redondo, poco más pudo hacer ante un toro que soltaba la cara e impedía cualquier atisbo de lucimiento. Ovación con saludos.
Ortega formó un alboroto en el recibo de capote al quinto: barbilla enterrada en el pecho, juego de brazos y el toro repitiendo en cada lance. Tenia gas el de Cuvillo y le administraron dos puyazos para ahormarlo. Castigo el excesivo como quedó demostrado en el último tercio. El inicio, con una mano agarrada en la tablas, tuvo aroma y sabor, lástima que luego no hubiera continuidad porque el toro se desfondó de inmediato. Lo intentó el de Triana en los medios, pero no pudo más que extraer algún muletazo suelto ante las embestidas del Cuvillo que primero escarbaba y cuando accedía a pasar se defendía soltando la cara. Ovación con saludos.
Poco pudo lucirse Roca Rey en el saludo al tercero, pero lo compensó en el quite por saltilleras, muy aplaudidas por el público. Algo parecido ocurrió en el último tercio. Por más que Roca intentó torear con suavidad en los medios al soso Cuvillo, dándole siempre distancia, bien colocado e intentando llevarlo largo, su labor no terminó de caldear el ambiente hasta que no acortó distancias. Esto, unido al susto cuando perdió al salir del embroque sumaron los puntos suficientes para que le pidiesen la oreja que le fue concedida.
Roca no escatimó esfuerzos con el cierra plaza que se desplazaba largo y al que Roca Rey citó dándole metros para aprovechar la inercia de sus embestidas. La faena vino a menos cuando cambió de mano. El de Cuvillo tuvo menos recorrido por ese pitón, de ahí que tras las series de naturales acortase distancia y ya en terrenos del toro buscase la complicidad del público sin terminar de formar el alboroto que se esperaba, lo que unido a un inoportuno desarme dio al traste con las expectativas. Ovación con saludos.
Badajoz. Domingo, 23 de junio de 2024. Toros de Núñez del Cuvillo. Miguel Ángel Perera, dos orejas en ambos; Juan Ortega, ovación con saludos en ambos; y Roca Rey, oreja y ovación con saludos. Entrada: Casi dos tercios de aforo.