Pinar tuvo el éxito en la mano

Rubén Pinar rozó un triunfo de importancia en la decimocuarta corrida de la Feria de Abril. Sólo la precipitación en el uso del descabello le privó de cortar una más que merecida oreja. El resto del festejo tuvo pocos momentos de lucimiento por culpa de un encierro de Alcurrucén de buena presentación y escaso juego.

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Rubén Pinar rozó un triunfo de importancia en la decimocuarta corrida de la Feria de Abril. Sólo la precipitación en el uso del descabello le privó de cortar una más que merecida oreja tras una faena de mérito y buenas formas al tercero de la tarde. El resto del festejo tuvo pocos momentos de lucimiento por culpa de un encierro de Alcurrucén de buena presentación y escaso juego. Destacaron también las buenas maneras de Curro Díaz en su primero, la disposición de Matías Tejela en el quinto y un excelente tercio de banderillas a cargo de José Manuel Montoliu en el toro que abrió plaza. Pinar se mostró templado y sereno en el tercero. Con más pausa y mejores maneras de las que se le reconocían hasta ahora. Asumió con serenidad el peso de la plaza donde se jugaba mucho y salió ganador. Bien asentado en la arena, le consintió de primeras al toro de Alcurrucén, le desengañó y acabó logrando que aflorase el buen fondo del toro. Su toreo de mano baja tuvo además la cualidad de la templanza. No es un esteta y su toreo no se manifestó artístico pero sí toreó con academicismo. Cuando parecía tener la oreja en el esportón tras una buena estocada, se precipitó en el uso de la espada de cruceta y varios golpes fallidos dejaron en una ovacionada vuelta al ruedo lo que ya se contaba como el primer trofeo de la tarde. Su segundo fue toro de escasa clase, embistió poco y sin emoción, así que Pinar tiró de recursos, le buscó las vueltas, apostó por el populismo y acabó ganándose la voluntad del público. Mató mal y fue ovacionado como reconocimiento a una tarde que le va valer. Curro Díaz se quedó y nos dejó una vez más con la miel en los labios. No le acompañaron los toros. Lo mejor fueron unos naturales de buen ritmo y muy gustosos al primero y las dos estocadas con las que despachó a sus dos oponentes. Su primera faena que arrancó con reunión y cadencia tuvo pinceladas de buen toreo. En su segunda, no tuvo opción. Tampoco tuvo toros Matías Tejela que puso ánimo y ganas. Su lote tuvo poderes que se reservó en exceso y su esfuerzo no tuvo recompensa.

Sevilla, decimocuarta de feria. Seis toros de Alcurrucén, bien presentados, mansones en general, destacó el buen fondo del tercero. CURRO DÍAZ: ovación y silencio; MATÍAS TEJELA: Silencio en los dos; RUBÉN PINAR: Vuelta al ruedo y ovación. Entrada: Tres cuartos de plaza.