La temporada de 2014 comienza a vibrar con fuerza. José Tomás se ha decidido. Arrancará en Granada. En la plaza que lleva el nombre de uno de los toreros mas hormonados de la historia…
La temporada de 2014 comienza a vibrar con fuerza. José Tomás se ha decidido. Arrancará en Granada. En la plaza que lleva el nombre de uno de los toreros mas hormonados de la historia del toreo. Si no lo conseguía Simón Casas, ¿quién lo iba a conseguir? Y es que en estos duros momentos que atraviesa la economía española, que tanto está acusando el toreo, para ser empresario taurino también hay que tener arte, valor y personalidad.
El cartel es de lujo; El Fino por delante y, por decisión del monstruo de Galapagar, el tercer puesto lo ocupará un torero joven de los que necesitan oportunidades para sacar la cabeza en el escalafón. Bendita exigencia. ¡Qué mejor ocasión para hacerse valorar que emparedarse entre el torero clásico por antonomasia, tan reconocido ahora por los que para creer en Dios necesitan meter el dedo en la llaga, y uno de los jóvenes que vienen pidiendo paso y difícilmente se lo dan! Jiménez Fortes, pongamos por caso. Y que me perdone Simón por rematarle el cartel, pero es que a mí me impresionó muy gratamente el malagueño en Fallas. Esto se mueve.
¡Ay si a José Tomás le diera por torear siquiera veinte corridas en plazas de importancia! Hay que reconocer que sería un revulsivo. Y dejémonos de que si lleva los toros debajo del brazo o escoge ganaderías de las llamadas “cómodas”. Como si hubiera algún toro que permitiera que un torero lo lidiara tumbado en una “chaise longue”. Al fin y al cabo, lo de Victoriano del Río y lo de Garcigrande se lo piden todos. Y algunos hasta se permiten el lujo de dejarlos ir después de embarcar a compañeros y empresas. Y no lo digo por nadie en el que ustedes no estén pensando.
Por fin un rayo de luz asoma entre los negros nubarrones que amenazan el panorama del toreo en este 2014, en el que tan difícil está resultando meter al público en las plazas. El día 19 de junio Granada será una fiesta. ¡Ese sí que será un jueves de los que relucen más que el sol!
