El anuncio de los carteles de San Isidro, un año más, han copado la actualidad postnavideña. Se trata de la feria más larga del planeta toro catalogada como los mundiales del toreo, que en esta edición (por ahora, en el toreo nunca está dicha la última palabra) ha repartido suerte y justicia para la torería valenciana con evidente desigualdad. Estarán dos tardes por coleta Manzanares y Román, el alicantino en dos combinaciones estelares y el de Benimamet en dos carteles de más tensión y menos rango aunque interesantes y, en principio, propicios para dar una dentellada a la temporada (objetivo del que es muy capaz el valenciano que año tras año resiste y resiste los embates de un sistema que no acaba de serle favorable); mientras, Samuel Navalón, que tan gran actuación tuvo la tarde de su confirmación de alternativa en aquella plaza la pasada Feria de Otoño, ha quedado relegado a una sola combinación en las postrimerías de abono, alejado de los carteles llamados del clavel, hándicap nada definitivo, en realidad nada que no pueda derribar el diestro de Ayora que además de la tarde de su presentación como matador ya dio muestras de su gran capacidad y acumuló méritos a lo largo de su trayectoria novilleril en aquella plaza. Currículo que incrementa aún más la sensación de injusticia. Sorprendentemente el ayorense también quedó fuera de la feria de Fallas y, aunque el triunfo en el toreo nunca fue fácil, hay que valorar que en tiempos en los que tanta necesidad de novedades se sufre no le están poniendo fácil el acceso al escalafón de oro pese a sus cualidades.
Doblete de Manzanares y Román mientras que a Navalón le anuncian una sola tarde
El resto de la torería valenciana ha quedado al margen de la gran feria, una de las pocas donde un triunfo puede abrir puertas en otras plazas. Tendrán que esperar su momento. Es evidente que la sinergia Valencia-Madrid, en esa dirección concreta, quede claro, por esta vez no ha funcionado. Distinto es si se habla en sentido inverso. Sí se mantuvo en el cartel de la gala el excelente escultor valenciano, David Garrido, autor de los trofeos que se entregaron, entre otros a Roca Rey, Olga Casado, el periodista Roberto Gómez, Carlos Domecq y Albert Serra director de Tardes de Soledad que recogió el premio de los compañeros de El Mundo.
GLAMUR Y APOYO
Los carteles fueron presentados en una gran gala en el mismo ruedo venteño, con presencia al más alto nivel de las autoridades autonómicas y locales, detalle clave en estos momentos de abierta beligerancia por parte del gobierno central, que se ve con especial nostalgia (envidia) desde Valencia, donde el ayuntamiento reiteradamente ni está ni... y en otros estamentos a los que se consideraba más próximos parecen existir dudas cuando precisamente afrontamos la temporada más corta de nuestra historia. En la velada, retransmitida en directo por la televisión autonómica tal como sucederá con los 29 festejos del abono (otro detalle de gran relevancia que contrasta con la desconsideración que sufre la tauromaquia en la Comunidad Valenciana por parte de su ente televisivo) se dio gran relevancia a Victoria Federica de Marichalar que toma el relevo de Cayetana Rivera Martínez de Irujo, como imagen de la feria.
El apoyo institucional y televisivo contrasta con la desconsideración que se sufre en esta Comunidad
El cartel es una idea original del periodista Carlos Ruiz Villasuso y las fotografías han corrido a cargo del prestigioso fotógrafo Valero Rioja, mientras el diseño final ha estado en manos del también periodista Jesús Alejandro Muñoz. La obra final muestra a Victoria Federica calándose la montera evocando al lema que llevará este año la Feria de San Isidro: “Madrid por Montera”.