El doctor Fernando María Boto, al frente de la enfermería de la plaza de toros de Trujillo, ha remitido a esta redacción una respuesta a las declaraciones del matador de toros José Rojo, efectuadas en Aplausos sobre la asistencia que se le dispensó al torero el pasado 4 de mayo en la corrida de toros celebrada en la localidad extremeña en la que Rojo cayó herido.
Este es el comunicado íntegro del doctor Boto:
“Me parecen muy desafortunadas las declaraciones del torero José J. Rojo tras su cogida del sábado día 4 de mayo en Trujillo, día de su alternativa.
Tras la cogida se sentó en el estribo de la plaza, aparentemente mareado y, tras llamarle repetidas veces, hasta me asomé al ruedo para preguntarle, me mintió diciéndome que no le había pinchado el novillo. Su mozo de espadas me afirmó que sí. Cierto que el sangrado era escaso, manchó lo mínimo la taleguilla y continuó la lidia. Esto es faena de muleta, entrada a matar, recibo de trofeos, vuelta al ruedo y otra a hombros bajándole en la puerta de toreros en el punto opuesto a la enfermería, por lo que tuvo que recorrer andando media circunferencia hasta llegar a donde se le esperaba.
Permitimos la entrada de su mozo de espadas a la enfermería para no cortar directamente a tijera el traje de luces y así llegamos a la herida.
Tras lavado de la herida se exploró esta, comprobando que no había lesión muscular, sangrado activo ni lesión del paquete vascular con pulsos distales presentes, colocando un drenaje (Penrose) que mide unos 30 cm de longitud y al que se le cortaron unos 5 cm.
La plaza de Trujillo es de tercera categoría. Su enfermería no está dotada de nada salvo de una vieja camilla. El equipo médico es quien la provee de todo lo requerido en el Anexo I del Real Decreto 1649/1997, de 31 de octubre. Lo que no puede aportar el equipo médico es un TAC (donde se ve la segunda trayectoria), ni un ecógrafo, etc, para realizar pruebas complementarias, motivo por el cual fue derivado al hospital de referencia.
Tras más de treinta años como cirujano taurino, a José J. Rojo, como no puede ser de otra manera, le deseo lo mejor en su nueva etapa de matador. También en su formación como persona y como hombre de bien”.