Rafael Cerro, vuelta al ruedo a la firmeza en Sevilla

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El que abrió plaza resultó devuelto por su falta de fuerzas. En su lugar salió un ejemplar del hierro titular que resultó desrazado y protestón. Pese a que fue pronto no metió la cara ni una sola vez con verdad. La faena de Sergio Flores -molestada también por el viento- no pasó de un intento. Mató al tercer encuentro resultando feamente volteado ya que el novillo le prendió por el chaleco a la altura del pecho. Afortunadamente todo quedó en un susto. Cuando el azteca le planteó faena al cuarto, el novillo cantó su condición y su querencia. Muy remiso a embestir, Flores estuvo más firme que en su anterior, rematando su actuación de una buena estocada. 

Rafael Cerro recibió al segundo con dos faroles de rodillas. De salida se vio la actitud del extremeño que pechó con un ejemplar rajado desde el primer muletazo. No salió de las tablas el de Montealto a pesar del esfuerzo de Rafael Cerro que planteó su quehacer en las cercanías de las tablas. El pupilo de Ortega Cano se mostró valiente, firme y muy seguro en una faena en la que estuvo muy por encima de las condiciones del animal. Mató de una gran estocada. El quinto, mientras duró, que duró poco, fue el que embistió con mayor franqueza y calidad del encierro hasta el momento de su lidia. Cerro cimentó su labor en la voluntad, mostrando mucha decisión y quedándose muy quieto, a veces incluso atropellando la distancia y ahogando un puntito la embestida del animal. El torero, que se fue a portagayola, recibió en ese trance un fortísimo porrazo, librándose de milagro de la cornada. Mató al tercer intento y por ello sonó un aviso y dio una vuelta al ruedo algo protestada.

Deslucido y falto de raza fue el primero del lote de Juan Ortega al que se le atisbaron buenas formas, queriendo hacer todo con temple y despacio. Sin embargo, la labor quedó en apuntes porque la condición de su oponente le impidió hilvanar faena y desarrollar su concepto. El burraco que hizo sexto, todo un torete, apuntó muy buena condición pero una inoportuna voltereta en el último tercio le lastimó el cuello y quedó muy mermado físicamente. Ante él, Ortega de nuevo evidenció querer hacer las cosas despacio y con temple, pero no pudo pasar de solvente ante semejante material.

Sevilla, jueves 7 de junio de 2012. Novillos de Montealto (1º bis), de poco juego salvo el quinto. SERGIO FLORES: Palmas tras aviso y silencio; RAFAEL CERRO: Fuerte ovación con saludos y vuelta al ruedo tras aviso; JUAN ORTEGA: Ovación con saludos y silencio; Entrada: Más de un cuarto. 

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