TAL DÍA ESTA SEMANA… 25 DE NOVIEMBRE DE 2001

Reaparición de Paco Ojeda en Lima con el Rey don Juan Carlos I de espectador

Alfonso Ávila
sábado 25 de noviembre de 2023
En la bicentenaria plaza de toros de Acho y tras varias temporadas actuando como rejoneador, reapareció de luces el diestro sanluqueño

La reaparición de Paco Ojeda tuvo como testigo de excepción a Su Majestad el Rey don Juan Carlos I, que asistía por primera vez a una corrida de toros en América y a quien la afición limeña recibió con una ovación de gala. Don Juan Carlos, que se encuentraba en tierras peruanas con motivo de la XI Cumbre Iberoamericana, estuvo acompañado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa, el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, y el presidente de Colombia, Andrés Pastrana.

Paco Ojeda, que vistió un terno azul marino y oro, no defraudó en su paso por el coso limeño, aunque la espada le impidió conseguir trofeos. Su primer toro, de nombre Poblano y con 568 kilos, lo brindó al Rey don Juan Carlos e hizo una templada y ligada faena, sin olvidar la quietud y el personalísimo toreo que lo caracterizaba, ligando en un palmo de terreno y mandando. Tenía las dos orejas aseguradas, pero falló con los aceros. En su segundo decidió abreviar por las complicaciones de su enemigo.

Rafael Gastañeta anduvo bien con el primero, aunque su labor no llegó a calar en los tendidos por la falta de fuerzas del astado. En el quinto, de nombre Perdigón, realizó una gran faena. Largos, templados y ligados fueron los muletazos. Molinetes, pases del desprecio, manoletinas y mucha variedad en una faena en la que el público llegó a pedir el indulto para el toro. Como éste no llegaba, el diestro alargó demasiado la faena, por lo que su oponente le puso en complicaciones a la hora de matar, y pinchó reiteradamente, perdiendo así los trofeos.

El Juli, muy variado con el capote, destacó en el tercio de banderillas de su primero. Tras brindar al Rey, realizó una buena faena en la que logró excelentes doblones y redondos, que fueron premiados con una oreja. Con el sexto poco pudo hacer.

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