El novillero Samuel Navalón dio una vuelta al ruedo tras pasaportar al tercero. El público pidió con fuerza la oreja y hubo bronca al palco por no concederla, si bien la espada había caído trasera. En OneToro TV se manifestó así:
“He disfrutado mucho, he intentado hacerle las cosas lo mejor posible al toro, que tenía calidad, pero quizá le faltaba un poquito más de poder. La pena ha sido el espadazo, que me hubiera gustado que fuese en mejor sitio y que hubiera caído la oreja”.
Al término del festejo el valenciano comentaba: “Estoy contento pero no satisfecho, porque no es a lo que venía a Las Ventas, aunque he dado una dimensión por la que estoy contento, pero hay muchas cosas por las que trabajar y corregir esa espada. No ha acabado de la manera que quería, pero estoy contento por haber cumplido uno de mis grandes sueños”.
Preguntado por el público que se había desplazado a Madrid desde Ayora y Almansa, sus dos tierras, Navalón manifestaba: “He recibido un calor muy grande por parte de los aficionados que han estado aquí en la plaza y eso siempre es muy gratificante”.