Hay cosas que te hacen muy feliz. Yo tengo un pueblo que no era pueblo; y que hace un par de décadas logramos hacer realidad el sueño de nuestros padres. Y Alquerías se convirtió en pueblo. Mi pueblo es un pueblo de gente labradora, de gente imaginativa, de gente trabajadora, que cuida las mejores naranjas, que hace las paellas con el punto y la gracia de la gente de la huerta. Yo he aprendido a amar mi tierra con el paso de los años. Porque ahora la quiero y la necesito con todas sus enormes virtudes y con todos sus profundos pecados. Así es el Mediterráneo, la luz que te alumbra y la luz que te ciega. La exuberancia y el contraste.
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