La corrida de este jueves en El Puerto de Santa María había generado un gran ambiente en la previa. Diez días antes se agotaron las localidades que el aforo dictado por las autoridades sanitarias permitía, lo que se ha traducido en una asistencia de 5.000 espectadores. No se dejó ningún detalle a la improvisación. A los asistentes se les tomó la temperatura a la entrada y se les facilitó gel hidroalcohólico en el acceso a la plaza; los asientos estaban marcados, guardando de este modo la distancia de seguridad entre personas; y el coso, la Plaza Real, que celebraba sus 140 años de vida, se engalanó para ocasión tan especial.