Tomás Rufo recibió un tremendo volteretón al cambiarse la muleta a la mano izquierda durante la faena de muleta al tercer toro de Victoriano del Río en la sexta de San Isidro. El toro le prendió a la altura del gemelo, volteándolo de fea manera y lanzándolo por los aires. Rufo cayó sobre el cuello y ya en el suelo, el astado volvió a voltearlo. Una vez en pie, sus compañeros trataron de llevarlo a la enfermería, pero el diestro, con enorme arrojo, volvió a la cara del toro hasta cortarle una merecida oreja.