Este sábado, 12 de abril, la temporada taurina cordobesa hace un año más su puesta de largo con una grandiosa corrida de toros en el coso de Los Llanos de Pozoblanco. La empresa Caído y Soledad, comandada por Antonio Tejero, en colaboración con el Ayuntamiento de Pozoblanco, ha organizado una corrida de toros con el máximo caché. Con toros de la prestigiosa ganadería de Zalduendo se las verán Alejandro Talavante, Juan Ortega y Pablo Aguado.
Alejandro Talavante, figura del toreo, sigue pleno de ilusión y de ganas, dispuesto a no ceder ni un milímetro del sitio de privilegio que ocupa.
Para Juan Ortega la corrida de Pozoblanco es muy especial, en esta plaza y de manos del maestro Enrique Ponce tomó la alternativa en 2014, por eso volver a esta plaza con la vitola de figura y metido en el pelotón de cabeza, es todo un orgullo para Juan y un aliciente, sin duda, en Pozoblanco, que verá la mejor versión artística del sevillano.
Cierra cartel Pablo Aguado, torero de los calificados de artistas, probablemente y para muchos el mejor toreo de capa del momento sale de las manos de Pablo. El que tiene la suerte de verlo abrir el tarro de las esencias, se queda para siempre con la vitola de ser su partidario. Como el toreo del sevillano, poquitos.
Azulejo en recuerdo del maestro Francisco Rivera "Paquirri" con motivo del XXX aniversario de su muerte en la plaza de Pozoblanco.
En definitiva y de nuevo, una legión de aficionados de toda la comarca del Valle de los Pedroches y de toda Córdoba se desplazará el sábado a la capital del valle a disfrutar una vez más de lo que se prevé sea una tarde de toros para el recuerdo.
Los que llegamos de la parte centro y sur de Córdoba, al coronar el puerto del Calatraveño, como siempre recordaremos al maestro Paquirri y a la horrible carretera antigua que tanto "ayudó" a que la tragedia se consumara y el bueno de Paco, que con su muerte "consiguió" que todas las condiciones de las enfermerías de las plazas cambiaran para bien, que la carretera por fin se hiciera nueva, con un trazado sin tantas curvas, y a que el norte de Córdoba, Pozoblanco y todo el Valle de los Pedroches tuvieran por fin un hospital comarcal en condiciones.
