La cuarta de abono dejó agridulces sensaciones, una tarde muy marcada por el juego de los astados. Ginés Marín logró los mejores pasajes tras una faena de mando y poder al quinto, al que le cortó la oreja. Perera mostró sus dotes de figura al lograr templados muletazos y Téllez dejó patente sus ganas y buenas maneras al natural