La feria de Valdemorillo remata los carteles en lo más alto del escalafón. Definitivamente, a la anécdota de ser la primera del año, le añade un rango artístico de primer nivel. Serrana para ser fiel a sus raíces y lujosa para ganar puestos en los ránquines del interés. A la comodidad de la plaza cubierta, Zabala-Zúñiga le han añadido un planteamiento ferial propio de las grandes ciudades. Este año el abono se compone, a falta de oficialidad, de dos mano a mano: el día 8 de febrero será el turno de Emilio de Justo y Juan Ortega en un claro contraste de estilos, la firmeza y la inspiración frente a frente, cartel que a las puertas de Madrid adquiere un compromiso especial, con toros de distintas ganaderías: El Parralejo, Garcigrande y José Vázquez; y un segundo mano a mano, el día 9, entre dos maestros consagrados Sebastián Castella y Josemari Manzanares, con el prólogo ecuestre de quien es la máxima figura en su género Diego Ventura.
En la novillada, día 7, abriendo feria, se vuelve a apostar por las alturas con tres de los novilleros punteros del momento: El Mene, Chicharro y Zulueta con novillos por designar.