Dicen que el sol, cuando muere cada día, es a ella a la que regala sus últimos y más emocionados rayos. La envuelve lenta y suavemente, enamorada de tanta blancura y prometiéndole su vuelta pronto, pues conoce que la noche será una compañera fría y oscura. Los atardeceres en Vejer de la Frontera nunca se…